domingo, 31 de julio de 2016

Hijo de puta

Si fuera todo más sencillo, quizás en algún momento mi cabeza podría descansar tranquila. Alejada de los días grises al abrir la ventana, de los recuerdos en forma de polvo acumulados en la encimera, de tus manos agarrando mi cuello, de los gritos en la cama.

Ojalá descansar en paz, dormir con los ojos cerrados para no secarme las lágrimas que mojan cada noche la almohada. Si no fuera por ti, hijo de puta, quizás y solo quizás, aprendería a vivir.

Si fuera todo sencillo, tu me habrías dejado marchar. Hubieras dejado a un lado los te quiero para dar paso al se acabó. Pero tú volvías con rosas y promesas falsas. Yo con el corazón roto y asustada.

Yo para ti no he sido más que una víctima, una más con la que saciar tu ansia de crecer, tu complejo, no seré más que otra cualquiera. Sin embargo, la rabia sigue matándome por dentro.

A ti, extraño.

Puede que tus besos no sean mios,
ni mi sonrisa tu causa.
Puede que hoy no recuerdes
y no lo hayas hecho nunca.

Quizás no sea más que un naufrago perdido en tu mirar.
Quizás un pirata que yace en las grietas de tus labios,
o simplemente un barco perdido en alta mar.

Puede y solo puede,
que te siga esperando,
a ti, quien todavía no ha llegado
y aun así, extraño.